Las flechas amarillas que guían a los peregrinos a lo largo de su viaje, junto a las vieiras, son uno de los símbolos más reconocidos del Camino de Santiago. Marcan el camino a seguir a través de diferentes rutas hasta la Catedral de Santiago. Sin embargo, pocos conocen la historia detrás de su origen y, menos aún, al hombre que las hizo posibles.
Elías Valiña Sampedro, conocido como ‘O Cura do Cebreiro’, fue un ferviente defensor e impulsor del Camino de Santiago. Su conexión con esta ruta era tal que dedicó gran parte de su vida a revitalizar esta tradición, que estaba en plena decadencia.
Este compromiso nos traslada a sus años de universitario. Valiña, licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Comillas y doctorado por la Universidad de Salamanca, marcó un hito al escribir la primera tesis doctoral sobre el Camino de Santiago.
Este trabajo, titulado “El Camino de Santiago: Estudio histórico-jurídico”, le convirtió en un pionero y visionario en el estudio de esta ruta. Su labor no terminó ahí, ya que junto a esta tesis también escribió las primeras cartografías y promovió las primeras asociaciones jacobeas independientes de las administraciones.
En 1984, Valiña emprendió un proyecto ambicioso: la señalización del Camino con flechas amarillas. Así, viajó desde Francia hasta Compostela y, con la ayuda de su sobrino, pintó estas marcas con la intención de ayudar a los peregrinos y guiarlos por el buen camino.
Además de estas flechas, ‘O Cura do Cebreiro’ también llevó a cabo varios trabajos de limpieza a lo largo del Camino y recuperó tramos que se habían perdido. Su dedicación contribuyó a la seguridad de los tramos originales de la ruta jacobea. Por todos estos esfuerzos, durante el I Encuentro Xacobeo de 1985, fue nombrado, por unanimidad, comisario del Camino de Santiago.
Un sueño cumplido
Elías Valiña falleció en 1989 a sus 60 años por culpa de un cáncer, por lo que no pudo llegar a ver sus esfuerzos recompensados. Antes de morir, pidió que no se dejaran de utilizar las flechas amarillas en el Camino. A día de hoy, las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago siguen esta petición de forma rigurosa y sus flechas se han convertido en todo un símbolo.
En el año 2023, más de 446.000 personas recorrieron las distintas rutas del Camino, superando las cifras del Año Santo. El sueño de Valiña de hacer renacer esta tradición se ha vuelto una realidad y su legado vive a través de las flechas amarillas que siguen guiando a los peregrinos en su viaje.