Una de las tradiciones más arraigadas de la cultura popular de Galicia es la celebración del carnaval, conocido localmente como «entroido». Esta festividad llena de costumbres y de historia tiene lugar entre los meses de febrero y marzo, justo antes del inicio de la Cuaresma.

Disfraces, desfiles, música y gastronomía llegan a todos los rincones de la comunidad a través de celebraciones muy diferentes, lo que lo convierte en una fiesta auténtica y enriquecedora culturalmente hablando.

 

La identidad del carnaval gallego

Las máscaras, las comparsas, los disfraces, los cánticos tradicionales gallegos, las gaitas y los tambores son elementos que no pueden faltar en esta festividad.

En primer lugar, las máscaras son elementos icónicos que representan a los antiguos espíritus y seres mitológicos de la región. Cada localidad tiene sus propias máscaras y personajes. En el municipio de Viana do Bolo (Ourense), por ejemplo, los «Peliqueiros» son los protagonistas, conocidos por sus trajes de cuero y máscaras de madera. En la región de Ourense, se celebran los carnavales con los «Zanfontes», unas máscaras con formas de animales que van acompañadas de enormes campanillas para espantar los malos espíritus.

El carnaval gallego no solo es una fiesta visual, sino también sonora. Las gaitas, los tambores y otros instrumentos tradicionales se hacen oír durante todo el recorrido de las comparsas, sumergiendo a los asistentes en una atmósfera musical única.

Las comparsas son otro de los elementos fundamentales del carnaval gallego. Estas agrupaciones de personas desfilan por las calles y plazas, se visten con disfraces vistosos y elaborados y representan tanto escenas de la vida cotidiana como personajes mitológicos o figuras populares. En algunas localidades, las comparsas se organizan en torno a un tema específico, lo que permite a los participantes crear coreografías, música y representaciones teatrales.

En la ciudad de Lugo, por ejemplo, la «Comparsa de la muerte» es una de las más destacadas, donde los integrantes se visten con trajes oscuros y llevan máscaras esqueléticas, aludiendo a los antiguos rituales de la muerte y del renacimiento.

Como ves, el carnaval gallego tiene una gran carga simbólica.

 

El carnaval en Santiago de Compostela

La capital gallega es otro de los escenarios clave del carnaval gallego. La celebración arranca el sábado, 1 de marzo, y se extiende con diferentes actividades hasta el siguiente sábado, 8 de marzo.

Uno de los eventos más emblemáticos de Santiago durante el carnaval es el desfile de comparsas y carrozas, que recorre las principales calles del casco histórico. La Plaza del Obradoiro, con la majestuosa Catedral de Santiago, se convierte en el centro de las festividades, donde se realizan charangas, bailes y actividades para todos los públicos. Los disfraces coloridos y las animadas coreografías invaden las calles, mientras que las personas se unen en una celebración de música y alegría.

Nunca falta la tradicional «Queima do Meco», que pone fin al carnaval con una gran hoguera simbólica en la que se queman restos de figuras de cartón y madera, representando el fin de la fiesta y el comienzo de la Cuaresma.

 

Los sabores de Galicia en su carnaval

Cierto es que la gastronomía gallega es conocida por ser una de las más ricas y variadas de España, por lo tanto, en esta época festiva no iba a ser menos. Los platos tradicionales del carnaval son un deleite para los sentidos y reflejan esa rica herencia culinaria.

Entre las recetas más tradicionales destacan las empanadas, el lacón con grelos, las orejas o las filloas. Estos manjares deben ir acompañados siempre de un buen licor o de un buen vino gallego para ponerle la guinda final a esta experiencia.

Filloas de carnaval

Cada familia tiene sus recetas secretas que pasan de generación a generación y es habitual reunirse con parientes, amigos o vecinos para compartir estos platos mientras se disfruta de la música y del ambiente festivo.

En definitiva, el carnaval gallego no es solo una fiesta, es una forma de vida que conecta a las personas con sus raíces, sus tradiciones y su comunidad. Sin duda, un viaje a cualquier parte de Galicia durante su «entroido» es una experiencia inolvidable, llena de color, emoción y autenticidad.