Hoy en día, el Monte do Gozo no está exento de esa carga simbólica que siempre lo ha caracterizado, pero se ha renovado con los tiempos y las alegrías que proporciona esta colina ya no se limitan únicamente a su vínculo con las peregrinaciones.
Festivales de música, actividades al aire libre, naturaleza… Monte do Gozo es hoy el espacio perfecto para disfrutar de buenos momentos a solo un paso de Santiago de Compostela y, por qué no, despedirse con calma de la experiencia transformadora que es el Camino.
Después de tantas etapas, vivencias, vínculos y amistades, Monte do Gozo se presenta como la opción perfecta para disfrutar de una última noche como peregrino antes de alcanzar la Catedral. Porque “la meta es el Camino” y merece la pena disfrutar de todos y cada uno de sus momentos.